La planta de tomate es anual, herbácea, vellosa, con hojas olorosas y porte arbustivo, erguido o rastrero según las variedades. Puede medir de 40 cm hasta más de dos metros de alto. Pertenece a la familia de la solanáceas.
Las flores, pequeñas, amarillas, en forma de estrella, se agrupan sobre un mismo pedúnculo semejante a un racimo suelto, de tres a ocho flores. Por lo general, estos ramilletes aparecen de forma regular en el tallo cada vez que la planta ha producido tres nuevas hojas (en condiciones favorables, la planta crece continuamente y produce hojas y ramitos de flores).
Planta de origen americano, concretamente de la zona andina de Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia y Chile, desde donde se extendió al resto de América Central y meridional. Los españoles apreciaron rápidamente las cualidades organolépticas del jitomate, que ya se consumía en México desde 700 años a C.
Su introducción en Europa data del siglo XVI, en concreto llegó a España en 1540.
Tomate rama: de color rojo. Piel y grosor medios y muy jugoso.
Tomate liso: redondo, sabor dulce. Ideal para ensaladas.
Tomate cherry: sabor muy dulce, fruto minúsculo similar en aspecto a una cereza.
Tomate pera/roma: carnoso, dulce y con una piel muy fina.
Tomate asurcado: excelente sabor, textura crujiente, aspecto irregular.
Tomate verde: externamente de color verde oscuro, esconde una pulpa roja y firme y es muy apreciado para ensaladas.
Los tomates son una fuente de vitamina C, vitamina B6 y son ricos en fibra dietética. Tienen una considerable cantidad de carotenoide, la mayoría de los cuales es el licopeno (83%), que da a los tomates su color rojo.
Los tomates tienen pocas calorías (17 kcal por cada 100 gramos) y un alto contenido de agua (93%).
Si se prefieren maduros, han de presentar un color rojo vivo intenso, piel lisa y que se sientan blandos al tacto. Si por el contrario se quieren menos maduros se elegirán aquellos que tengan un tacto más firme y cuyo color vaya del rosado al rojo. Que no muestren golpes, heridas o manchas. Los tomates frescos están presentes en el comercio prácticamente durante casi todo el año.
Si el tomate necesita madurar, se ha de conservar en un lugar fresco pero no bajo la luz directa del sol. A menos que los tomates estén maduros del todo, no se deben colocar en el frigorífico porque la temperatura fría evita que terminen de madurar y esto afecta a su sabor. Es preferible comprar algunos tomates más verdes para ir consumiéndolos a medida que vayan madurando.
Los tomates son una hortaliza que no precisa una excesiva elaboración aunque admite ser cocinada de muy diversas formas. Se pueden presentar crudos, cocidos, fritos, asados, a modo de ensalada, triturados en salsa... Su versatilidad ha convertido al tomate en una de las hortalizas más populares. Si se decide su consumo en crudo, se pueden preparar en ensalada solos o acompañados por otras coloridas hortalizas. Entre las sugerencias de su consumo en crudo también destaca la tradicional receta mediterránea del gazpacho, muy extendida en algunas regiones del sur de Europa.
En Francia en el siglo XVIII lo utilizaban como planta decorativa de jardines. Y en Alemania no empezaron su cultivo hasta después de 1870. La aplicación tópica de zumo de tomate se utiliza en mascarillas para el acné. El tomate ocupa un lugar destacado en la preparación de productos cosméticos contra el envejecimiento. Botánicamente se le considera una fruta, pero desde el punto de vista gastronómico, está considerado como hortaliza. El nombre botánico del tomate es Lycopersicum spp. y existen en el mundo más de 7.500 variedades.